No tengas miedo a leer este
pequeño texto, debido a que no importa lo que dice, sino más bien, lo que está
sucediendo contigo mientras lo lees. Lo que leerás dentro te ayudará a
reflexionar y, como bien mi historia lo dice, todos sentimos lo mismo al final
de todo: todos nos sentimos SOLOS.
¿Qué pasa con esta vida que de la
nada te da un golpe o como nosotros lo jóvenes lo llamamos un bajón? No sabes
el motivo, sencillamente, te sientes que no encajas en este mundo, sientes que
lo único que puede sacarte de este bajón, es salir corriendo sin sentido, algún
lugar donde te reciban, te den un abrazo, y esa persona te pueda decir “estoy
contigo”, pero que, no puedes salir, debido a que tu cabeza, tu pensamientos,
no tienes a dónde ir, solo no puedes ver más allá de lo que estás viendo
ahorita.
Pero bueno, no todo acaba aquí,
tienes ganas de llorar, pero sencillamente tus ojos no dejan que llores, solo
tienes el sentimiento, pero ¿qué haces?, tratas de hacerlo, pero simple no
sale, y es lo peor, porque sabes que si lloras te sentirás mejor, pero es como
que tu cuerpo no quiere sentirse mejor, o mejor dicho es tu sentimiento malo
que no quiere salir, está mal, pero no puedes luchar contra él.
Llegas al punto en que tu mente
se queda en blanco, solo puedes sentir lo mal que te sientes, lo siento mucho,
después de yo ser una persona que no le gusta que las personas se sientan
oprimidas en su sentimiento que lo tienen mal, que lo aburre, que lo dobla; que
ayudas para que no estén así, pero ahora soy yo el que está sintiendo esto y
solo me queda pedir perdón. Perdón por no ser esa gran persona que todos creen
que soy, pero la vida no es la misma.
¿Cuál es el camino que debemos
tomar nosotros lo que nos sentimos así? Tal vez consideras que la sociedad te
ha puesto que debes seguir un régimen, pues deberían enseñarte mejor a manejar
tu vida, a que puedas controlar tus emociones y no llegues a este punto en el
que no sabes que hacer, al que solo te aferras en tu mundo, no sales, y no
expresas lo que sientes. Pero mírame a mí ahorita, te estoy contando todo lo
que me pasa, y espero te sirva de lección para que aprendas que es mejor decir
lo que sientes.
Porque al final del día, sin
darte cuenta, a tu alrededor la mayoría de personas se sienten igual, pero
nadie piensa como yo o como vos. Tenemos un motivo diferente. Pero al final,
llegas a lo mismo: a sentirte solo, y eso es lo que te conlleva a que necesites
reflexionar sobre lo que en verdad requieres en tu vida, y lo que tu vida requiere.
Es tener un camino de enseñanza, esperanza, que tú con tu mentalidad de dejar
de sentirte solo, vas a construir tu propio camino.
Autor: Enrique Menjivar.
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